El alcalde Carlos Ordosgoitia cumple ya este próximo 30 de Junio sus primeros seis meses de gobierno, convulsionados es cierto, por la inesperada pandemia provocada por el Covid19 que obligó al gobierno nacional a declarar una extensa emergencia social y económica por la que todavía transitamos.
Pero aún considerando este hecho, hemos visto que el alcalde Ordosgoitia va a la zaga del protagonismo que ha alcanzado el gobernador Orlando Benítez al poner en marcha los decretos presidenciales en su jurisdicción y se le advierte dubitativo y poco informado sobre los alcances de esas medidas.
En tiempos normales podríamos justificar su poca visibilidad atribuyéndola a su falta de experiencia administrativa, pero lo grave es que esta situación de emergencia requiere que el Alcalde Ordosgoitia actúe con la autoridad y decisión que le confieren la investidura de su cargo y adopte las medidas necesarias para proteger la salud y la vida de los monterianos.
En esta materia se deben adoptar medidas de inclusión social y bioseguridad de estricto cumplimiento que contribuyan a frenar el desbordado crecimiento del número de pacientes contagiados por Coronavirus, que en los últimos 16 días, del 1 al 18 de junio, se ha disparado de 75 casos a 178, es decir más del doble, según lo reportado por el Instituto Nacional de Salud.
Es evidente que este aumento se debe a la flexibilización de la «cuarentena», por orden del gobierno nacional y presión del sector productivo, sin que en Montería se tomaran las medidas necesarias para evitar que monterianos indisciplinados pongan en riesgo al resto de la comunidad.
Pero esta situación se va a empeorar por las aglomeraciones que van a causar los tres días de la rebaja del IVA, los dos puentes festivos, el anuncio de apertura de nuevos sectores comerciales y productivos y hasta la reiniciación de los vuelos comerciales a nivel nacional.
Nada más ayer en la madrugada el periodista Rafael Chica presentó en Chicanoticias, su portal informativo, un testimonio de lo que ocurre en sectores como el mercadito del sur, en donde con contadas excepciones, sus vendedores y compradores, usan el tapabocas y menos cumplen las recomendaciones higiénicas para conservar en buen estado los productos que se expenden en ese sitio, poniendo en peligro no solo su salud y la de los visitantes, sino también las de los eventuales compradores en el resto de la ciudad.
Lo más alarmante es que en su recorrido por el mercadito del sur el periodista Chica no se topó con ningún policía, ni una autoridad que pudiera intervenir para corregir esta situación cuyas consecuencias trágicas veremos en los próximos días.
Situaciones similares se han denunciado a través de las redes sociales, sobre todo en los barrios del sur, en Mocarí y otros varios sectores en donde la presencia policial es nula y reina la indisciplina social.
Si bien es cierto, la mayor responsabilidad de guardar las medidas de protección recae en la ciudadanía, no es menos cierto que las autoridades deben velar para que no se presente un desastre sanitario en su jurisdicción. Es por eso que levantamos este urgente clamor: ¡¡ALCALDE ORDOSGOITIA, GOBIERNE!!