
Por: Morgan Ignacio Jiménez Bula
La crisis sanitaria desatada en todo el mundo con la pandemia producida por el Coronavirus, conocida como Covid-19, desnudó la realidad de los Sistemas Educativos, particularmente de América Latina, incapaces ya de avanzar en el cumplimiento de las metas de la Unesco a 2030 sobre permanencia, inclusión, equidad y calidad y le plantea nuevos desafíos en Salud, nutrición escolar y protección social.
De acuerdo con los más recientes documentos dados a conocer por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), más de 24 millones de los mil 600 millones de niños escolarizados en el mundo antes de la pandemia no regresarán nunca a las aulas, en lo que se considera el mayor trastorno para los sistemas educativos.
Para la Unesco la educación debe ser el motor del desarrollo humano y social que requiere América latina para la superación de las brechas de inequidad, discriminación, deserción y falta de organización, infraestructura y tecnologías que afectan la calidad del sector, ahora agravada con el tema de la nutrición, la salud y la higiene, a propósito de la pandemia.
Para echar a funcionar ese motor la rectora de la comunidad mundial, que agrupa más de 190 países, en alianza con el fondo de Naciones Unidas para la Infancia y la Adolescencia (UNICEF), con el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización mundial de la Salud (OMS) advierten la necesidad de implementar sistemas de educación flexibles e invertir en el bienestar de la niñez protegiéndolos de los efectos devastadores de la Covid-19, reinventando la manera de proporcionales una educación inclusiva y de calidad incluyendo el componente de bienestar (que implica inversiones concretas y urgentes en los servicios sanitarios, nutrición y protección social).
Del mismo modo exhortaron a los jefes de Estado y demás autoridades a cumplir el pacto que suscribieron recientemente para reforzar la Cooperación Internacional y las inversiones en Educación, consignado en la “Declaración de la reunión mundial sobre la Educación 2020” en la que se comprometieron a abrir las escuelas de manera segura, a reforzar y reabrir el acceso a servicios como el de alimentación escolar, la salud, la higiene, el saneamiento básico y la seguridad social.