Profunda consternación causó la infausta noticia del deceso del afamado médico empírico, naturista, Antonio Aviléz, víctima del Covid-19, ocurrido en su finca «Casa Aviléz» del municipio de Buenavista.
La «Casa Aviléz» fue por mucho el lugar de última instancia para las familias que afanosas buscaron la cura para los «males incurables» que padecían familiares o amigos desahuciados.
No obstante el protocolo de haber limitado su atención a 50 casos por día resultaba dificil al médico, como se le conocía, no atender humanitariamente unos enfermos más que se aventuraban a ir, sin cita previa, ante las dificultades para conseguirlas por teléfonos.
Su fama extendida por la región Caribe, Antioquia, Chocó, el Sur de Bolívar y gran parte del país obtuvo su consagración con el tratamiento y cura del cantante vallenato, Farid Ortiz.
Vuela alto médico, con tu heróica partida unes las voces agradecidas de millares de familia a las que llevaste con tu servicio las alegrias de las victorias sobre la enfermeddad y la muerte.
RIP