Por:Rafael Violet Romero.
La incitación a la violencia, al odio, al irrespeto mutuo, venga de donde venga, nos lleva a la confrontación, a la barbarie

, que deja regueros de sangre, y muchas familias sumidas en la orfandad, mirando cómo nos destruimos los unos con los otros, en un valle de miseria y desolación .
Nuestros «líderes»
, deben repensar seriamente en el daño que ocasionan al no «condenar» los desafueros, la «intolerancia» de sus» supuestos» militantes o «seguidores» que no traen ningún beneficio a la democracia de que se ufanan ser portaestandarte.
Alguien decía, «que una democracia, sin demócratas, es una» desgracia», y una república sin republicanos es una» res» pública.