Un mal paso.

Por Silvio Guzmán Pérez.
Columnista.
18 millones de colombianos en la pobreza, 18% a 21% de desempleo, de 100 graduados por semestre en la universidad 40 consiguen trabajo y 60 van a manejar taxi, motos etc, la agro industria quebrada, la industria textil, marroquínería y otros cerrando sus actividades productivas. Y que decir del desastre del sistema de salud. La precaria situación de la educación a todos los niveles, la vivienda y la miseria recién parida en las zonas marginales de ciudades y pueblos cada día se agudiza, empujando la protesta social en todo el  territorio nacional y hoy vemos a dos Senadores (Roy Barreras y Armando Benedetty) ofreciéndole al país como solución al desastre la conformación de un nuevo grupo político. El colmo es que pretenden como parte de la solución recoger 2 millones de firmas para impulsar un referéndum para revocar al gobierno del TÍTERE  y por otro lado armar un nuevo partido político con Roy Barreras a la cabeza cómo candidato a la presidencia de la República.
En primer lugar hay que decir que la Constitución Nacional no contempla la posibilidad de revocatoria del mandato presidencial vía referéndum y en segundo lugar la constitución de un nuevo partido o grupo político no garantiza sino la perpetuación de las divisiones, en Colombia hoy existen 11 partidos políticos fracasados y sin vocación de poder que buscan mantener una cuotica burocrática que sólo beneficia a esos sectores y se convierten en apéndice de quien les puede tirar las migajas que sobran del banquete presupuesta.
A quien tratan de engañar estos señores senadores que son bien conocidos por su capacidad de reptar y de mimetizarse cuando de alcanzar beneficios personales se trata?
El país está cansado y harto de tanto partidito sin un proyecto de envergadura nacional que concite a la union de los colombianos y nos enrute a un digno destino sin odio y en Paz.
El partido conservador, es un partido de migajeros que se venden por puestecitos que le ofrece el gobierno de turno y parece estar muy cómodo en su condición de recolector de la basura que le regalan y que se merecen por su falta de liderazgo y su perdida vocación de poder.
Que decir del partido liberal, otrora luchador de las causas populares y hoy convertido en enemigo de sus propios copartidarios a quienes olvida y condena a su desesperanza creciente. No hay derecho a tanta iniquidad.
Del Centro Democrático ya sabemos lo que ha desatado en nuestro país y nadie puede negar de que ha servido de refugio de tenebrosos criminales que tanto daño le han hecho a nuestra nación.
Del resto no quiero opinar porque no vale la pena.
Se necesita una gran fuerza que cohesióne y un nuevo liderazgo que enfrente con decisión el peligroso matrimonio política/corrupción.

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